TOMEMOS RESPONSABILIDAD DE NUESTROS ACTOS
Por el contrario, te has portado peor que todos los que vivieron antes de ti, al extremo de hacerte otros dioses, ídolos de metal; esto me enfurece, pues me has dado la espalda. (1 Reyes 14:9 NVI)
Una vez más la desgracia alcanzó a la descendencia del rey David. Aunque comenzó bien Salomón, su heredero al trono, terminó mal. Por su pasión descontrolada hacia las mujeres, tanto así que, hasta adoró a otros dioses fuera de Dios.
¡Como somos los seres humanos de mal agradecidos con Dios!
Después de Salomón ¿Quién estaba apto para continuar el reinado de Israel? ya no quedaban opciones para Dios, todos tenían el corazón malo e inclinado a pecar. Pero Dios levantó a Jeroboán advirtiéndole que si hacia lo malo, las consecuencias las pagarían sus hijos.
A la hora de caer no tenemos por qué decir que no sabemos, que no podemos, que otros tienen la culpa; somos muy responsables de nuestros actos. Dios es claro y sincero con nosotros, cuando Él nos llama, siempre da dirección clara de lo que quiere y espera de nosotros.
¡La verdad es que a nosotros los seres humanos nos gusta pecar! Por eso debemos pedirle al Señor que no nos deje caer en la tentación, que nos ayude a no vernos nunca en escenas o situaciones como estas, para estar en paz con Dios, con la familia, con la sociedad y con la Iglesia de Cristo.
Observa en el siguiente pasaje lo que le pasó a la familia del Rey Jeroboán que también hizo lo malo delante de los ojos de Dios
Por eso voy a enviarle una desgracia a la familia de Jeroboán. De sus descendientes en Israel exterminaré hasta el último varón, esclavo o libre. Barreré la descendencia de Jeroboán como se barre el estiércol, hasta no dejar rastro. (1 Reyes 14:10 NVI)
No quiero que, así como a la familia de Jeroboam, que le alcanzó el pecado de su padre, por mí se dañe mi familia y tanta gente inocente. Debemos estar preparados y atentos para el momento de la tentación, resistirla y no causarle daños a nuestros hijos y generaciones. Que los que les heredemos sea bendición y no el pago de nuestros pecados.
Oración:
Señor hoy te pido que me guardes, que no me dejes caer en tentación. Que pueda yo ser responsable por mis debilidades y actos que no te agradan, yo no quiero que mis hijos o generaciones paguen por mi mal cometido. Pido tu misericordia y la valentía para enfrentar mis consecuencias. Pero librarme de caer, líbrame de hacer daño, líbrame de acarrear maldición para mí y mi familia. Amén.
Tiempo para meditar:
- ¿En qué áreas o pecados necesitas tomar responsabilidad?
- ¿Hay una situación, tentación o debilidad que estés enfrentando y te está costando vencer?
- ¿Qué consecuencias tendrías si cedes a la tentación?