DÍGANLE AL JUSTO QUE LE IRÁ BIEN
La palabra profética de Isaías para Jerusalén, yo diría que sería la misma para este tiempo, excepto por la ciudad; porque exactamente estamos viviendo lo mismo.
Hoy la nación completa se tambalea porque han dejado de lado a Dios, que es el único que puede salvarla y el único que tiene la bendición por todas las generaciones. Se ha perdido o acabado el temor a nuestro Dios como Él nos dejó establecido en Su Palabra con el fin de mantenernos en paz, seguros, bendecidos y protegidos.
Lo triste de esto, es que también son afectados los inocentes, los justos, los que todavía no nacen, etc. pero la diferencia es que Dios hizo pactos y Promesas y si estamos alineados con Él, no perdemos el enfoque en Él, y vivimos en el temor a Dios y su Palabra, estaremos protegidos.
Miren y oigan la Promesa tan preciosa de mi Dios, y yo la creo; la tomo, la ejecuto, la pronuncio, la profetizo todos los días para mi familia, para mí, para mi esposo, para mis hijas, para todos los que amo, para su iglesia, y para todos los santos, los justos hijos de Dios en cualquier lugar del mundo.
¡Repítelas una y otra vez para ti, hasta que llegue a tu espíritu, se te haga rema, se revele a tu alma para que se te haga vida, para que cuando camines sepas que ninguna plaga, ningún mal, ninguna enfermedad, ninguna maldición te tocará!
¿Porqué? Porque son Sus Promesas para sus hijos, la herencia de sus hijos:“Su Palabra” y estamos protegidos bajo la Poderosa mano del que todo lo puede, estamos bajo la sombra del Omnipotente.(Salmo 91)
¡Mira una de sus Promesas, y si lo crees, es para ti, y para los tuyos, de generación en generación! ¡Y las promesas del Señor son siempre el Sí, y son el Amén!
Tiempo para meditar:
- ¿Está tu vida alineada con Dios?
- ¿Qué cambios tienes que hacer para alinearte con Dios?
- ¿Qué Promesas de Dios se te han hecho vida?