CUANDO SE TRATA DE DAR
Cada uno debe decidir en su corazón si dar o no dar, el qué dar, cómo dar, y cuánto dar. No es una imposición, ni obligación; sino, es un acto voluntario del corazón.
El dar es un privilegio, una oportunidad que Dios nos da para poder ser bendecidos.
¿Por qué damos?
Por amor.
Por agradecimiento.
Porque queremos.
Porque creemos en la bendición que se desata al dar.
No demos por imposición, sino voluntariamente.
No demos por obligación.
No demos por quedar bien.
No demos por necesidad.
Demos porque amamos y porque así es como damos a conocer a Dios y a las personas dónde está nuestro corazón, que su amor está en nosotros y que Él nos bendice para ser de bendición a otros.
Tiempo para meditar:
¿Por qué das?
¿Cuál es la mayor bendición para ti al dar?
¿Te ha bendecido Dios financieramente?
¿Con quién pudieras compartir esta semana de lo que Dios te ha dado?